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Buscando el bosque en la ciudad.
Hay lugares-bosque, donde los ruidos se recogen, el aire se detiene y puede escucharse el sonido de las pisadas de algún animal. Cruje la hierba fresca, alguna ramita seca, rozan las piedras, la arena, y un sonido metálico se eleva. Una campanilla, un pájaro que llama, el agua. Las hojas secas, un pico de ave cavando, un gusano que repta. Respiras esa quietud viva.
En un lugar así conocí y escuché por primera vez a David Mata, creando un bosque de la nada, remontando el vacío de silencios poblándolo con otros silencios. Sutiles. Desde el suelo. Con sus manos sobre delicados artilugios.
Donde la magia era evidente, se disponían piececillas sueltas de un puzle mayor que sólo él sabía juntar para ir componiendo la imagen. Ese bosque. Ese lugar indefinido que adquiere una densidad casi de materia que se puede respirar, y que vuelve el aire más leve.
Y allí los cuerpos, formando una gran oreja, se hermanaban, en esa quietud, en ese espacio irreal que empezaba en el silencio de la música. En la oscuridad del bosque.
Y allí, en el bosque oscuro y poblado de seres que emitían su llamado, surgió la palabra. Chasquido llama a palabra. Crujir llama a palabra. Música llama a palabra. Y la palabra responde. Y se crea un espacio nido, que se reproduce en el siguiente bosque. Y trae el otoño las hojas, y las hojas caen, y suenan, y en el bosque de David Mata toma vida la materia. Y habla. Y cruje y canta.
Y vuelve a surgir la palabra. En estos bosques. Después, cada uno toma su rumbo, y, con el tiempo, surge de nuevo la música del bosque de Erissoma, y el agua, y el crujir del tronco. Y el agua lleva consigo la palabra y yo me siento a escucharla, y entonces aparece, y la tiño de un pigmento oscuro para que permanezca. Y el bosque indefinido nace, sale a la luz, hecho música y palabra.
Aurora Feijoo
credits
from
Bosque Indefinido,
released October 22, 2020
Aurora Feijoo: Poemas, Imagen.
Erissoma: Música.
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